El Departamento de Justicia está investigando a McKinsey & Company, el gigante consultor internacional, por su papel de ayudar a las empresas farmacéuticas a maximizar la venta de opioides.
La investigación está a cargo de las Fiscalías Federales en Massachusetts y el Distrito Occidental de Virginia en coordinación con la División Civil del departamento en Washington, según dos funcionarios familiarizados con el caso que hablaron bajo condición de anonimato.
Desde 2021, McKinsey acordó pagar alrededor de mil millones de dólares para resolver investigaciones y demandas en los Estados Unidos relacionadas con el trabajo de la compañía con fabricantes de opioides, principalmente Purdue Pharma, el fabricante de OxyContin. McKinsey recomendó a Purdue «acelerar» las ventas del medicamento en medio de la crisis de opioides, que ha matado a cientos de miles de estadounidenses. McKinsey no admitió haber cometido ningún delito.
La noticia de la investigación criminal fue reportada por primera vez el miércoles por el Wall Street Journal.
Las investigaciones llevan varios años en curso. Endo, una compañía farmacéutica que contrató a McKinsey para asesorar sobre la venta del opioide Opana, dijo en una presentación regulatoria que recibió una citación en diciembre de 2020 del Distrito Oeste de Virginia en busca de información sobre McKinsey. El New York Times informó de la existencia de esa citación en 2022. El año pasado, otro fabricante de opioides, Mallinckrodt, dijo que había recibido una citación del gran jurado de la misma Fiscalía Federal, pero no mencionó ninguna conexión con McKinsey.
Según el Journal, los fiscales federales también están investigando si McKinsey obstruyó la justicia en el manejo de los documentos.
En 2018, los consultores senior de McKinsey estaban cada vez más preocupados de que se les pudiera responsabilizar por su trabajo con los opioides. El 4 de julio de ese año, Martin Elling, líder farmacéutico de la empresa, tomó una decisión de la que luego se arrepentiría. Le envió un correo electrónico a Arnab Ghatak, un socio principal, preguntándole si deberían eliminar documentos y correos electrónicos relacionados con los opioides.
Ghatak respondió: “Gracias por la advertencia. Estará bien.»
Ambos hombres fueron despedidos después de que el Times informara en 2020 sobre la existencia de los correos electrónicos.
No es inusual que investigaciones criminales como esta duren muchos años, especialmente aquellas que involucran a dos fiscalías estadounidenses, el Departamento de Justicia y tal vez incluso agencias estatales, dijo Rick Mountcastle, ex fiscal federal.
Dirigió una investigación criminal sobre Purdue Pharma que llevó a que la compañía se declarara culpable en 2007 por engañar a reguladores, médicos y pacientes sobre los peligros del OxyContin. «Se trata de una burocracia enorme y monstruosa que avanza a un ritmo muy lento», dijo Mountcastle, que no fue una fuente que confirmó la existencia de la investigación.
McKinsey ganó alrededor de 86 millones de dólares durante muchos años asesorando a Purdue Pharma. La mayor parte de ese trabajo se llevó a cabo después de que Purdue se declarara culpable. En 2019, McKinsey dijo que ya no asesoraría a sus clientes sobre actividades relacionadas con los opioides.
Ramiro Prudencio, portavoz de McKinsey, declinó hacer comentarios. Un portavoz del Departamento de Justicia no hizo comentarios sobre el caso.
