La Policía de Nueva York rescató este pasado lunes a un hombre que cayó a las enormes fuentes que ocupan el lugar en el que estaban las Torres Gemelas y que constituyen el memorial de los atentados del 11S.
El accidentado, de 33 años, había caído primero desde los aproximádamente 9 metros que hay desde el borde al interior del primer piso del monumento, momento en el que ya se hizo alguna importante herida, a juzgar por la sangre que comenzó a brotar de su cuerpo.
Ante la sorpresa de los cientos de turistas que estaban en ese momento en uno de los lugares más visitados de Nueva York, el hombre continuó caminando hasta el cuadrado que da acceso al fondo del memorial.
Al llegar al borde, se tumbó con la cabeza hacia la oscura caída del segundo nivel, un foso que apenas contiene unos 45 centímetros de agua, lo que no era suficiente para amortiguar tamaña caída.
«Lo he hecho por mi padre»
Los servicios de emergencia acudieron a su rescate y encontraron al hombre con una herida en la cabeza. «Lo he hecho por mi padre», aseguran que les dijo el accidentado, por lo que investigaron el suceso como un posible intento de suicidio.
La identidad del hombre no ha trascendido pero la Policía seguirá su evolución física y sobre todo mental, ya que tras la evaluación que arroje luz sobre el estado de salud del hombre, puede tener que enfrentarse a cargos por haber asaltado el monumento.
My man said it’s about time we got to the bottom of this whole 9/11 thing 🕵️♂️😂 pic.twitter.com/Qbe5XRYeO7
— dane 🇷🇺🇸🇾🇧🇫🇳🇮🇲🇱🇮🇷🇰🇵🇵🇸🇨🇳 (@buckadeath) October 10, 2023
Aunque no constan registros de otros incidentes similares, según indica el Daily Mail, desde que se construyó el memorial en 2011, la posibilidad de que se convirtiera en un lugar habitual de intentos de suicidio o incluso un objetivo terrorista ha sido objeto de preocupación de diferentes cargos de relevancia del consistorio neoyorquino.