Tiene 143 años de historia y cerró por la crisis en 2019. El edificio de dos plantas fue construido en 1880.
El Bar Plaza Dorrego aun espera por abrir sus puertas. Cada hora, un gran silencio invade la sala, pero los actuales dueños del lugar no ven la hora de volver a oír los ruidos de platos y las conversaciones difusas. Luego de tres años cerrado, el mítico lugar anticipa su regreso y lo anunciará este miércoles, cuando por un rato se vulva a llenar de gente para la presentación de La Noche de Los Bares Notables.
“El bar cerró hace tres años y no volvió a estar operativo. Por ahora no hay una fecha estimativa de apertura. Tenemos pensado una obra de recuperación y refacción que llevará entre seis u ocho meses”, explicó Pablo Duránuno de los integrantes de la sociedad que se hizo cargo.
Entre las obras que llevarán más tiempo, impedir la construcción de nuevos baños y obras en las instalaciones eléctricas. “El bar nunca tuvo cocina. De hecho, los bares viejos no tenian, porque no daban comida, hacian un tostadito, un cafecito, solo cocinaban con un tostador y una hornalla. Ahora voy a instalar una cocina”anticipó Durán, y dijo que el objetivo es sumar una nueva propuesta para la gastronomía.
Durán se dedica a la gastronomía, pero también a salvar a los bares tradicionales que están en las últimas instancias. «Ya hemos recuperado otros notables qu’estaban caídos como el Bar de Cao, El Federal y La Poesía, entre otros. El Bar Plaza Dorrego es un nuevo reto”relativo.
Llegaron tras «una negociación larga que terminó más de tres años» Dice que se cerró a multas del año pasado y que desde los primeros meses de 2023 comenzaron con los trabajos.
una historia de lucha
Frente a Plaza Dorrego, frente a Plaza del Comercio, en la esquina de Defensa y Humberto Primo, desde hace 143 años el bar se convirtió en un emblema de San Telmo y de la Ciudad. Por sus mesas pasaron referentes de la cultura porteña. Y allí, en la década de los 70, se sintió Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, contó con un reencuentro después de décadas de distanciamiento.
“Es un edificio que se construyó después del año 1880 con la parte de atrás de las plantas. Es architectónicamente de aire italianizante y fue conocido como los altos de Besio porque su propietario, originalmente, tenía en la planta baja un almacén de ramos generales con despacho de bebidas. En este edificio, 6 de octubre de 1889 se funda el Club Independiente de la Unión Cívica. En 1898 empezó a funcionar el bar, que es y que fue un verdadero cafetín en el corazón del barrio de San Telmo”, explicó Horacio Spinetto, miembro de la Comisión de Cafés Notables.
Por todo lo que esto significa, en 2004 fue declarado bar notable y en 2011 la Legislatura porteña lo proclamó símbolo identitario de San Telmo y sitio de interés cultural.
En octubre de 2019, la situación del bajo decantado en crisis. Ruben Yufera, el administrador de ese momento, bajó las persianas y admitió las deudas. Con el grupo de trabajadores, quienes no han cobrado dos meses y tienen sus aportes jubilatorios y obra social impagos. Con el verdulero, el panadero y hasta el diariero de la cuadra. ahí también deudas de alquiler con el dueño del inmueble.
A finales de 2019 y comienzos del 2020 los propios empleados, desamparados con la situación, intentaron crear una especie de cooperativa para mantenerlo abierto. Dorrego era su segunda casa. Pero los planos del mundo eran otros. Llegó la pandemia de Coronavirus y tuvieron que dar por finalizada la larga lucha por mantenerlo abierto. Lo único que lograron fue que la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos le otorgue en 2021 el certificado que lo declara como Propiedad de Interés Histórico Nacional.
Aunque aún falta para la reapertura, este miércoles será allí la presentación de la segunda edición de La Noche de los Bares Notables, que el viernes entre las 17 y la medianoche ofrecerá más de 150 propuestas en 14 circuitos barriales. Tres colectivos históricos recorrerán los distintos cafés notables adherentes.
CS