La Brasileña Beatriz Haddad Maia, 14ª de la WTA, hace camino al andar. Los buenos resultados de los últimos tiempos no fueron en vano. Este miércoles dio el golpe y se clasificó para las semifinales de Roland Garros, tras ganar un complicado duelo contre la tunecina Ons Jabeur (7ª) por 3-6, 7-6 (7/5) y 6-1, este miércoles en París . Pero no solo sumó un triunfo, sino también un récord.
El conjunto de 27 años se transforma en el Primera jugadora de su país en llegar a las semifinales de un Grand Slam de Maria Esther Bueno en el Abierto de Estados Unidos de 1968. Justamente, Bueno también había sido la última en alcanzar esa instancia en París dos años antes.
En su mejor actuación en el torneo inglés y en un Grand Slam, ya que hasta ahora no había superado más de dos rondas en sus once anteriores participacionesHaddad anotó su número en la historia también al convertse en el primer brasileño hombre o mujer en llegar a una semifinal de Grand Slam desde Gustavo Kuerten en Roland Garros en 2001.
Las marcas inéditas no se terminan ahí: además, la brasileña es la primera jugadora de la Era Abierta en metere entre las cuatro great de Roland Garros tras haber ganado los dieciseisavos de final, octavos de final y cuartos de final luego de haber perdido el primer set.
En la siguiente ronda, Haddad se enfrentó con la ganadora del duelo entre la número 1 del mundo y campeona defensora, Iga Swiatek, y la estadounidense Coco Gauff (6ª).
Una batalla para llegar a semifinales
Jabeur, de 28 años, llegó a dominar la primera manga hasta que la brasileña encontró algo de ritmo, consiguiendo romper el saque del rival (1-2). Poco le destacó la alegría a Haddad, que vio cómo la tunecina aumentó su ventaja hasta llevarse el set en su primer set point (3-6).
Nada que ver tuvo el segundo set, en el que, con esfuerzo y algo de sufrimiento, la brasileña mantuvo el nivel para complicarle suficiente el duelo a Jabeur. En una tira y afloja llena de errores no forzados, las dos jugadoras fueron defendiendo sus respectivos saques, con la diferencia de que, mientras Haddad sufría, la tunecina levó cuatro juegos sin ceder ni un punto su rival.
«Trabajamos muy duro todo el año para estar en estos momentosasí qu’registré esto cuando estábamos en la mitad del segundo set», dijo Haddad Maia en la pista Philippe-Chatrier, al término del partido.
El set se decidió en el tie break, en el que la brasileña impuso por 7-5. Fue el impulso necesario Haddad Maia, que se mostró prácticamente implacable en el tercer set, ganando el marcador con 3-0. Finalmente, la brasileña cedió un juego en solitario, sentenciando el partido cómodamente en dos horas y 29 minutos.
Un bono para la resiliencia
La clasificación a semifinales de Roland Garros eres un premio a la perseverancia para Beatriz Haddad Maia. A la resiliencia. A años de lucha y trabajo duro para superar momentos y situaciones que complicaron su vida y su carrera, desde lesiones y cirugías hasta una suspensión por dopaje, que la mantuvo casi un año alejada de las canchas. Nada pudo con el espíritu de lucha de la brasileña, que heredó la pasión por este deporte de su mamá Lais Scaff Haddad y su abuela, Arlette Scaff Haddadque fueron exitosas jugadoras en su país.
Los problemas físicos fueron una constante de la nacida en Sao Paulo desde sus primeros años en el circuito mayor del tenis femenino. En 2013 sufrió una lesión en el hombro derecho a causa de una luxación y también una fractura en el húmero, al caerse durante un partido. Eso derivó en tres hernias de disco, que le provocaron dolores muy fuertes y hasta llegaron a causarles parálisis momentáneas en las piernas. Finalmente, pasó por el quirófano para solucionarlas. Y en 2015 tuvo que operarse otra vez por los problemas en el hombro.
A finales de 2016, cuando era la mejor brasileña del ranking mundial y parecía preparada por metros en el top 100 al año siguiente, sufrió un accidente doméstico -«un tropiezo bobo», como contó- y se fracturó las vértebras de la espalda, por lo que en 2017 recibió pudo arrancar su temporada en abril. Y en 2018, año en el que estuvo al borde de entrar al grupo de las 50 pluses, una molestia en la muñeca izquierda, primero, y una lesión en la parte baja de la espalda, que la obligó a someterse a otra operación, frenaron en aumento.
El golpe más duro, igual, llegó en 2019, justo en el mayor momento de su carrera (hasta entonces) y apenas unas semanas después de haber celebrado una de sus mejores victorias (en el debut en Wimbledon Antes garbiñe muguruza27ª, tras superar la qualy), la Federación Internacional de Tenis (ITF) impuso una suspensión provisoria por fallar en el control antidopaje. Según la ITF, una muestra de orina que Haddad Maia había suministrado a principios de julio en Croacia en un torneo en había dado positivo para dos anabolizantes prohibidos del tipo MRSA.
Tras el descargo de la jugadora y la investigaciónla ITF determinó que la brasileña había ingerido las sustancias por «contaminación cruzadas», es que se encontraron en los análisis de los complementos vitamínicos que ella cayó por recomendación médica. Así, tuvo que cumplir una sanción de 10 meses. Encima, cuando cumplió su «sentencia», en mayo de 2020, el circuito estaba parado por la pandemia de coronavirus y recién pudo volver a pisar una cancha en septiembre de ese año. Había caído al 1.342 escalón del ranking.
«Pasé del cielo al infierno. Venía de la mayor victoria de mi carrera, contra Muguruza en Wimbledon. Estaba viviendo un momento increíble de mi vida. Fue como un puñetazo en el estómago», contó tras su regreso en una entrevista con el portal A Voz do Tennis.
Haddad superó todos los obstáculos y volvió a empezar de cero. Con trabajo duro y sin apurarse, fue construyendo otra vez su carrera. El año pasado, por fin pudo inaugurar su palmarés en el WTA Tour, al coronarse en semanas consecutivas en los WTA 250 de Nottingham allá birmingham, sobre el césped inglés. En agosto, además, logró la final en el Toronto WTA 1000 y se metió por primera vez en el top 20. Y en el arranque de este 2023, tras hacer semifinales en el 500 de Abu Dhabi, llegó al 12° lugar, su mayor posición, hasta ahora. Porque su carrera hasta las plántulas de Roland Garros existe el seguro, al menos, la décima posición.
«Después de cuatro cirugías no ha sido fácil para volver, tuve momentos muy complicados en mi carrera. Aparte de las cirugías, me rompí dos huesos en la espada y el hombro que me hicieron parar de nuevo. Solamente por el cuerpo tuve seis o siete parates en mi carrera, obligado a empezar de nuevo. Además, estuve un año fuera de la gira, por lo que no fue sencillo mantener el nivel y mejorar mi tenis siempre con idas y venidas», reflexionó tras derrotar a Jabeur en Paris.
«En Futures y Challengers hay un nivel diferente, por lo que necesitas desarrollar al máximo tu mentalidad. Tuve que luchar mucho en esos momentos para construir mi juego, mi equipo también trabajó muy duro, por eso ahora nos están llegando estos momentos. Nadie sabe cuánto trabajamos con mi equipo para llegar hasta acá». agregado.
admirador de Guga Kuerten -quien la compañó de cerca y la ayudó durante la suspensión por dopaje-, Haddad Maia es consciente de sus fortalezas como jugadora y no duda en señalar que una de sus mejores cualidades es su cabeza. La brasileña nunca pierde el foco, permaneció concentrada aún en los momentos más difíciles de los partidos y jamá ya de luchar.
«La clave es jugar cada uno de los puntos, da igual cómo vaya el marcador. Intento siempre ser positivo, pensar que si me siento nerviosa mi oponente también lo estará. Mi entrenador me mandó una entrevista de Novak Djokovic en la que el hablaba sobre los nervios. Y pienso que si Djokovic siente nervios, ¿quién soy yo para no sentirlos? Es normal y tenemos que aceptarlo, ser humilde y mejorar bajo presión”, comentó.
Y agregado: «Un partido de tenis es como una maratón, nunca una carrera de 100 metros. Creo que es una de mis cualidades, que espero mucho y soy paciente, nunca me doy por vencida, suelo esperar el momento porque sé que el nivel es alto. Incluso cuando no estoy jugando bien, o si estoy fallando algunos tiros, sé que aparecerán y tenis y tendré una oportunidad».
Con paciencia y dedicación, Haddad Maia modificaron dejar atrás los duros momentos que sufrieron por lesiones, problemas físicos y ese dopaje positivo que postergaron su llegada a la élite. Y así también mejoraron ir avanzando a paso firme y hacer historia en Roland Garros.
Con información de AFP