El surf español tendrá por primera vez en la historia representación en unos Juegos Olímpicos, y tendrá tres de las cuatro plazas directas que se reparten lo más posible por países en la final del Mundial de Puerto Rico. Andy Criere, Janire González y Nadia Erostarbe, que consiguió la mejor clasificación nacional en un mundial con su cuarta plaza, representarán a España en Tehaupo’o, la exótica, lejana y peculiar ola de París 2024 situada en Tahití, isla de la Polinesia Francesa perdido en la inmensidad de Oceanía.
“Tenía 15 años cuando lo anunciaron, y lo vi muchos, muchos años”, explica a EL PAÍS Erostarbe, de 23 años, sobre el momento de la inclusión del surf en el programa olímpico en 2016. “Esto ha ganado un «Hay muchos beneficios económicos para los surfistas, y lo vemos como algo interesante para todos», añade el nadador, principal exponente de la primera generación que supo contar con habilidades profesionales y dedicarse de lleno a la disciplina. Pese al sometimiento de la práctica del surf tanto al nivel lúdico como al profesional, y a pesar de que la Federación Española de Surf ha visto cómo las ayudas públicas han ido desapareciendo desde su inclusión en los juegos, pasando de 200.000 a 700.000 euros entre 2016 y 2022 -, la peculiaridad de Tehaupo’o se vuelve desconocida para muchos de sus protagonistas que llegarán aquí dentro de cinco meses.
La sede del segundo cotejo del surf en los Juegos Olímpicos se encuentra a más de 15.700 kilómetros de la capital francesa, y nada destaca del pobre uniforme de Tokio 2020 que sirvió de tarjeta de presentación de la disciplina. Tehaupo’o, literalmente “muro de calaveras”, es el sueño y la carga recurrente de todo surfista. Erostarbe y González, de 19 años, nunca han escalado uno de los revoltosos —y letales— tubos que les permiten elevarse a más de 15 metros sobre el bucólico arrecife de coral. “Es una palabra que respeto mucho. Es una mezcla de miel y ganas, quieres superar tus límites. Para las chicas es importante, porque ella ha hecho muy poco para surfear esta ola incluso a nivel del circuito profesional», señaló la flamante figura llegada de todo el mundo.
“Necesitamos aprender a tocar las trompas con Nadia. Creo que deberíamos viajar allí. [Tahití], para divertirnos y disfrutar el proceso”, dice González, sobre su amigo y vecino. De Zarautz y Zumaia respectivamente, poblaciones costeras del País Vasco y de gran tradición surfera, comparten innumerables anécdotas dentro y fuera del agua. Incluso con el último producto de la fenomenal tina de cantera, el resumen de la fiesta. Creere, nacido en Hendaya, tenía 28 años, fue el último en ganar el billete olímpico tras estar a las puertas de la gran final en Puerto Rico, y podrá dar muchos buenos consejos a sus compañeros de viaje.
Lo visitamos en 2022, gracias a un viaje organizado por su club con la ayuda de su mecenas, la Catedral de los Surfistas. “Consulta para satisfacer diversas necesidades. Primero, mi hambre de surfista, y luego, un sueño de niño. También me gustaría echarle un vistazo, visualizarlo en la ola y entender todo lo que significa, dar respuesta a qué tipo de tablas se necesitan, cuál será una puntuación alta y qué sensación genera estar dentro de la misma», como «Parte de un dispositivo de rotura que él y sus compañeros definen como «emblema». Incluso para los mejores de la disciplina, la colosal boca de agua es sumamente intrincada para domesticarla sin ningún otro medio de presión. Eso es lo que todos dicen», señala Criere: «Yo me mojé, claro que me mojé», añade con una sonrisa.
«¡¿Quienes somos?! ¡Déjanos amarte! ¡Vamos!”, gritó la selección española desde el podio de Arecibo, localidad costera situada al norte del país centroamericano, El Domingo. Así fue la arena de guerra antes de cada sesión bajo el sol y las puertorriqueñas, en la que fue el mejor campeón de su historia. La selección se ubicó en el cuarto y tercer lugar combinados, tanto en categoría masculina como femenina, en un mundial dominado por los brasileños Gabriel Medina y Tatiana Weston-Webb, dos de las referencias del circuito mundial de la World Surf League, la élite de la disciplina. . Actualmente, Brasil y Estados Unidos muestran poderes absolutos, y se repartieron las primeras medallas de oro olímpicas en Tokio.
Pese al monumental éxito, todos los integrantes del combinado español saben que lo más complicado del destino de hoy es el del equipo. “No hay olas similares a Tehaupo’o”, recuerda Erostarbe. “Ahora hay que centrarse en hacer los tubitos, primero en el parque infantil y luego en los viajes a Tahití, trabajar con la ola cuando es pequeña y luego ir progresando, trabajarla e intentar cada vez con más peso”. Tendrás cinco meses para domar a lo indomable, una auténtica fuerza de la naturaleza que te dará otra dimensión y te interrogará sobre el impacto definitivo en el surf profesional en España.
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