Al 7,7% de la inflación de marzo siguió el 8,4% de abril: el golpe para los bolsillos de las familias es potente y presenta pocas escatorias.
Si a fines de año la gente tenía pesos lo pensó en ahorrar, ahora sus pronósticos se dirigieron a adelantar el consumo en bienes de primera necesidad. El precio de la comida en la cabeza las preocupaciones.
la inflación de alimentos consumidos en el hogar alcanzaría en 8.6% mayonesa a pesar de haber bajado el ritmo de aumento en la última semana del mes, según el relevamiento de la consultora Eco Go.
Con una suba previsión del 9% o más en el coste de vida, la carrera por la protección de los pesos se da en simultaneidad con la búsqueda de cobertura de los inversores y las empresas frente a una posible devaluación.
En un contexto en el que la inflación la gana a los salarios, a las jubilacionesa la tasa de interés del plazo fijo (8% mensual) está la variación del dólar oficial (7%), la carrera es muy desigual y pronunciada para los tenedores de pesos.
Sin embargo, el dólar oficial ($239) aumenta a 6/7% mensual cuando el índice de alimentos está en 8,6%, indicando el monto relativo del tipo de cambio oficial para contener las primas de los canasta basica. Retrasar el dolar perdió efectividad como ancla para contener el costo de vida y la brecha cambiaria actua en las alturas como parametro de la expectativa de devaluacion.
Los operadores financieros navegan en la ambivalencia entre los que están seguros de que el gobierno no dispondrá un salto cambiario del dólar oficial antes de las 13 de agosto elecciones primarias y los que dudan por las dificultades de transitar hasta las PASO sin contantes y sonantes dólares en las reservas del Banco Central y con una brecha del 100% entre dólares.
Por supuesto que hay variantes. Fernando Marengo de Toro Negro apoya al gobierno «no quiere devaluar el dolar conurbano» (el oficial por los precios de los alimentos y las elecciones) pero no descarta variantes de algún otro dólar agro a pesar de que las cereales dicen que no quedan granos para liquidar.
Los escenarios proyectados hasta fin de año por los económicos coinciden en dos temas centrales: 1) que el ministro de Economía consiga dolares frescos y 2) el condicional con que vengan las divisas.
Sergio Massa necesita dólares de libre disponibilidad para llegar a la mesa y demostrar que no es posible una devaluación, salvo la esperada por las importaciones que registran pagar costos por más de US$ 10.000 millones.
Hasta que eso pueda llegar, el proceso de cobertura Frente a inflación más empinada o una devaluación se pronuncia.
Las empresas acumulan inventarios y venden para cubrir los costos operativos y no mucho más.
El salto de los precios de las acciones desde mediados de marzo para acá demuestra que hay inversores que apuestan a papeles de empresas con perfil exportador.
Entre los medios de mercado, Papeles Aluar sufre el 91%, Comercial del Plata, el 42% e YPF, el 70%. También energía: Transportadora de Gas del Norte aumentó un 106%.
¿Es un refugio mayor tener aciones en la Caja de Valores que en las entidades financieras, por ejemplo en el caso de una crisis que lleva a una restructuración de deuda?
Algo de eso puede pesar, pero también las bonos negociables de negocios en dólares es la estrella de los grandes inversores.
El hueso bonos privados atados al dolar oficial (vinculado al dólar) son buscados al punto tal que, en algunos casos, aparecen tasas negativas del orden del 8%.
El bono global GD30 conley en Nueva York tiene una tasa de rendimiento de 42% en dólares. Promete un premio importante que pocos parecerán aprovechar.
El proceso de cobertura, además de la expectativa sobre una posible devaluación, se sustenta, también, en la propuesta de dolarización que viene agitando Javier Milei para el caso que gane las elecciones a fin de año.
Desde ya que primero habrá que esperar el resultado de las PASO y la suerte electoral de Milei, pero los estudios sobre dolarización y los análisis comparativos con el esquema ecuatoriano están a la orden del día.
Un sobrio análisis técnico si es viable la dolarización de Anker Latinoamérica (Luis Caputo) que circuló en estos días planta posibilidades y reparos.
Sin tomar partido respecto de si la dolarización «es el esquema monetario/cambiario óptimo para la Argentina» destaca dos puntos importantes.
Uno es que con los datos monetarios al 17 de mayo y un dólar de $ 490, «el BCRA debería disponer de activos en dólares (billetes o valor de mercado de activos) por US$ 40.800 millones«.
El otro tema a considerar es el fiscal: «el superávit financiero consistente con este ejercicio debería ser del orden de 2.5% del PBI, lo que implicaría un ajuste de impuestos volver al 7% del PIB.
The risk apuesta de la dolarización para bajar la inflación requerría muchos dólares y un ajuste fiscal de magnitud, además de un fuerte respaldo político para la aventura.
Mientras tanto, el proceso de cobertura cambiaria/inflacionaria continuó y los inversores del exterior mantuvieron a la Argentina fuera del radar.