Pocas veces hemos oído a los antimadridistas más identificados con un futbolista que vivió el pasado con Kim Min-jae, central surcoreano del Bayern de Múnich: te confías en ti mismo, abandonas tu zona de confort para seguir a un fantasma y cuando Quiero dar cuenta de que tienes un Vinicius Jr. Una historia que muchas veces se repite al azar. Un modus operandi que debemos con los queridos tontos cada cierto tiempo para no leer los signos, para insistir en el error, para no luchar contra el mito cuando el mito se desmorona, que nunca es así. No aceptar, en definitiva, que Madrid es peligrosa, fiable y, sobre todo, transversal.
Ante el Madrid todo palidece en lo mucho que se tocan las cuerdas de la Liga de Campeones, posiblemente el mayor error de sus rivales en el último cuarto de temporada, por lo que son ellos los que han permitido esta victoria récord en el inicio de cada temporada. fósforo. Mi padre lo retoma con una frase redundante para quien quiera escuchar: “los que sean una vez, deben competir”, suele decidir en el primer pitonazo, en el primer bofetón. En cualquier caso, junto con un carpintero, una vez será posible realizar el diagnóstico. O una vez menor de edad, que por casualidad venderá para servir lo mismo. Según mi padre, insisto, que además es muy del Barça (porque una cosa es ser un filósofo genial y otra, muy distinta, aplicar tu propia filosofía), la grandeza competitiva del Madrid en Europa, el factor diferencial que altera todos los equilibrios deportivos Y a vosotros, los financieros, os toca ver con una cuestión puramente regulatoria: saltar con una vez registrado al green.
Aquí hay un consejo, sin motivo alguno, de que todavía falta un partido para jugar y que el Bayern es enemigo de aquellos a los que no hay que matar. Al igual que las palabras de Munich, incluso gran parte de su leyenda fue forjada por el calor de los monjes. Podría ocurrir que los alemanes quedaran eliminados en Madrid y voláramos al otro lado a la sombra de los pinos, evitando la arena, sólo cortándonos los pies para recoger un trozo de araña, que es el animal madrileño por excelencia. Pero lo normal es lo que pasa. Y en los últimos años nos hemos acostumbrado, en la resistencia, a intuir las victorias de Madrid mucho antes de que se produjeran, un poco como los insectos y las catástrofes naturales. Otro dato para marcar el pronóstico: el Real Madrid lleva cuatro partidos seguidos sin jugar en la Liga de Campeones, su mejor registro histórico.
Se puede decir, desde la distancia y desde el respeto, que el objetivo del madridismo para este año podría ser precisamente este: ganar, pero sin ganar. Déjenme saber, en definitiva, que es una forma de humildad como cualquier otra para aquellos a quienes la humildad está prohibida por decreto. O por la propia naturaleza natural del monstruo. Así se lo preguntaron, sí no, a Kim Min-jae, último mártir del antimadridismo, que creyó observar un gorrión y se fue con Godzilla sentado en su cocina. No es culpa de nadie, en cualquier caso nunca es culpa de nadie, simplemente lo de siempre cuando en el Ayuntamiento de Madrid jugaban alguna vez futbolistas, violonchelistas, carteros, gatos… Y el resto lo miramos en busca de una explicación lógica, como repetimos. El postre en la gloria era una cuestión de suerte o, lo que hoy resulta más humillante, puramente mecánica.
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