El partido de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge concedió de este milagro la apertura del jugo oral a Luis Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso. Además del expresidente de la Federación Española de Fútbol, el magistrado también citó a Jorge Vilda, exentrenador de la selección femenina; Albert Luque, exdirector deportivo; y a Rubén Rivera, exdirector de marketing, por el asesoramiento del jugador, previo consentimiento del que fuera máximo representante de la RFEF.
En su coche, el juez le dio un aparcamiento 24 horas en Rubiales para prestarle a una novia 65.000 euros para hacer frente a las responsabilidades civiles a las que pudiera ser condenada por el delito de agresión sexual. Por estos hechos, el expresidente federal enfrentó un pedido de la Fiscalía de dos años y medio de prisión, un año más que el resto de los imputados. La resolución también se tomó de un post de diez días en la investigación para presentar sus escritos de defensa.
Bebida no permitida
Conste que fue el mes pasado cuando el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge propuso a Júzgar a Rubiales al considerar que el jugador «no estaba permitido» y que el exentrenador actuó de forma «unilateral y sorprendente». El magistrado, en términos concretos, aseguró en su resolución que «la presión de quienes le dieron a la jugadora creó» en el futuro de la selección femenina «una situación de ansiedad y estrés intenso».
Además de Rubiales, el magistrado también propone enviar a Luque, Vilda y Rivera al banquillo por las presiones traseras a las que fue enviado a la jugadora para acceder a realizar una manifestación pública al afirmar que la persona había sido consentida. El juez dijo que hubo «una acción concertada entre los tres» acordada con Rubiales «para redoblar el testamento de Hermoso y conseguirle acceso para capturar un vídeo en el que decía que el beso había consentido».
Esta no es la única causa que mantiene dependiente al expresidente de la Federación. Rubiales es uno de los principales actores de la llamada Operación Brodie. El exagente fue detenido a principios de abril en un terreno de Madrid procedente de República Dominicana, donde tuvo la oportunidad de hacer negocios, según sus palabras. Desde entonces se encuentra libre de cargos, acusado de los delitos de corrupción en actividades comerciales, administración de Desileal, blancura y pertenencia a organización criminal. Y por él pronto ya lo declaró el 29 de abril antes del partido que dio impulso a la investigación, Delia Rodrigo. Entre las asistencias a los juzgados de Majadahonda, cuando investiga la causa de la colaboración con Anticorrupción, el magistrado Rodrigo impone a Rubiales la obligación obligatoria de presentarse en el juzgado una vez al mes y de pedir permiso al juzgado cada vez que quiera viajar fuera de España.
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