Copa del Rey de baloncesto: Real Madrid, un equipo que puede ganar | Baloncesto | Deportado

Copa del Rey de baloncesto: Real Madrid, un equipo que puede ganar |  Baloncesto |  Deportado

Aunque algunas piezas del repartidor saltaron cuando jugaron el balón final, los dieciocho porque habían ganado la Copa del Rey, en el Real Madrid sin un alboroto demasiado grande, por la carrera que se formó en el centro del parque entre los ganadores. y salta. Nada dejado de lado y sin esforzarse, cómo ganar -y contra las leyes del deportista- era el estado natural del equipo. “Ganar es una necesidad de sí o no”, reveló Deck antes de comenzar el torneo. “Nos gusta la cantidad de presión para hacer las cosas bien”, anunció con cierta liberación y con la copa en la mano del técnico Chus Mateo. “Este equipo no puede ganar”, dijo orgulloso el presidente Florentino Pérez.

Y por eso la plántula, con firmas de pasos en este curso. [lidera la ACB y la Euroliga], imponiéndose al baloncesto donde juega, al menos en la última década, ya que ha conquistado cinco Ligas, cinco Copas, seis Supercopas y tres Euroligas. En la cima del otro trasatlántico del fútbol español, del rival caído en la final, de un Barça que gana dos Ligas, cuatro Copas y una Supercopa. O, lo que es lo mismo, 20 títulos en tu contra, con el añadido de que los blues no han dicho nada más en Europa. Sí, como Pablo Laso antes de morir, ahora Chus Mateo tiene la huella: en una temporada y media ha conseguido cuatro títulos, ya sólo con La Liga en debe. “Ahora sigue ganándose el respeto de quienes todavía dudaban de él”, felicitó el capitán Sergi Llull. Su tripulación se está reconstruyendo.

Campazzo, el guía. Durante el invierno, en los talleres madrileños quedaron libres los jugadores de Hanga (Estrella Roja), Cornelie (Mónaco) y William-Gosss (Olympiacos), en el momento en el que Randolph optó por dejar el balón. Se marchan jugadores con poco capital que no se preocuparon del área deportiva, se ocuparon en renovar el resto de jugadores y entre ellos solo figura un jugador: Facu Campazzo. El base argentino, eléctrico y cerebral, fue MVP en la primera ronda ante el Murcia y también en la final, después eligió al mejor del torneo. Él también estuvo en la Supercopa sin volver al equipo, como si hubiera entrado en la NBA y tras la Estrella Roja estuviera a sólo un minuto. “Es un placer retenerlos”, admite el técnico; “transmitir sobre hambre al equipo”. Y sí lo jugué.

Nada más que la parte trasera del armario. Campazzo, Deck, Musa, Yabusele y Tavares forman el equipo titular del Madrid, cada uno de ellos encontrará en su club a uno de los mejores jugadores de Europa, luego al mejor equipo cuando se incorpore. Pero en Madrid hay mucho más, como quedó demostrado en la final ante el Barcelona, ​​​​al ser Poirier el MVP no reconoció a Vesely y Hernángomez en el tiempo que repercutió en el acérrimo rival y Hezonja se levantó en el segundo cuarto para Firma 12 puntos, dos repeticiones y una asistencia en ti minutos. Curiosamente, apenas volvió al juego -en la cara del jugador, que con el gesto giratorio se disponía a la celebración- porque Mateo se resistió a tocar lo que estaba funcionando, pues durante 29 minutos pasaron cuatro jugadores de una sola vez: Campazzo ( 33), Musa (30), Deck (29) y Yabusele (31). Poirier jugó 23. “Cuando hablamos antes de reconocer el trofeo, no sabemos si el MVP será para Poirier, Deck, Campazzo o Yabusele”, reconoció Mateo. En el duelo participaron menos jugadores que Sergi Llull, Chacho y Rudy; y si preguntaron en el puesto Causeur y Abalde, que en un día inspirado pueden hacer un rollo como mucho pintado.

Energía por dentro y por fuera. Si a Tavares se le escapa el árbol, es Poirier. Si en el tercer deck está Musa, están Hezonja, Yabusele, Llull, Rudy, el Chacho, Causeur… Y si el Deck no sube aireado por dentro, tendrás el Yabusele. Una cantidad de recursos que ha convertido al Madrid en un equipo puntero. Así explico las curaciones de la ACB, por tanto es el conjunto con mayor valoración (110 por 100 del Unicaja, segundo); con más puntos a favor (89,18 frente a los 87,45 del Unicaja); con más goles defensivos (27, 68 por 36,73 que Unicaja); con más bienestar (20,50 por 19,73 del Unicaja); con el mejor porcentaje de tiro de dos (59,22% frente al 56,26% de Gran Canaria) y uno (83,44% frente al 81,48% de Lenovo); y con más compañeros (4,59 por los 3,45 del Barça).

mucho mas que viejos rockeros. Antes de empezar la final, Llull reunió al equipo en el vestuario. “¡Muramos por dentro!”, sólo se preguntó un jugador al que le encantaba todo y que después de la Copa era el que más soñaba y celebraba, porque sabía que pedían pocos títulos para saborear. No fueron pocas las veces que Sergio Rodríguez levantó el banquillo durante el duelo para levantar el puño y aplaudir a sus compañeros, de la misma manera que apareció Rudy Fernández en los instantes finales. “Tenemos tres jugadores como Sergi, Rudy y Chacho que son súper jugadores. Es hora de conseguir cosas importantes, y todo para hacerlo. Somos muy contagiosos”, reflexionó Campazzo; “Dejemos los egos a un lado y vayamos a los títulos. Eso es gracias a ellos tres”. El ganador, habiendo ganado la Copa, intervino en el tres, que devolvió la ovación y los aplausos, llevándose el escudo de un equipo que tenía un ganador tan insuperable.

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By Araujo Gomes Igor